A los Pérez la crisis les ha dejado más pelados que a una rata. No obstante, ellos son capitalistas convencidos y grandes defensores de la propiedad privada –¡Vamos! Como que voy a permitir que me quiten lo mío todos esos muertos de hambre.– argumenta el Sr. Pérez. Los Pérez trabajan sin descanso y ahorran todo lo que pueden para dejarles algo a sus retoños el día de mañana.
sábado, febrero 7
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